El incremento imparable del comercio electrónico en paralelo al uso de teléfonos móviles inteligentes con acceso a Internet ha derivado en el inevitable cruce de caminos. Hoy hablamos de m-commerce o comercio electrónico a través de teléfonos móviles.
El empleo de dispositivos móviles para efectuar gestiones de comercio electrónico o m-commerce (Mobile Commerce) es una realidad evidente y notoria. Al incremento del número de móviles inteligentes, se le suma la buena y rápida adaptación al servicio de pago por móvil; Por todo ello, cerca de un 14% de los españoles con smartphones han comprado desde sus terminales móviles, y este porcentaje crece día a día. Unas cifras que aún no alcanzan las de otros países como Estados Unidos, con un 30%, o Gran Bretaña, con un 26%, pero que son muy positivas y tienen una enorme proyección, según demuestran los rigurosos estudios de OBS acerca del mobile commerce.
Concretamente, el perfil de estos usuarios es el de personas entre 18 y 34 años inclinadas al mundo de la electrónica y que son sensibles a los precios, es por ello que un 54% de los usuarios están dejando la compra en tiendas físicas, al disponer de mejores ofertas y servicios en el sector online.
Impacto mundial del comercio electrónico móviles
En 2012 el m-commerce ya movía cifras astronómicas a nivel global (71.500 millones de euros), representando un 11% de las ventas totales del e-commerce. No obstante, en el primer semestre de 2013 llegó a un porcentaje del 15%, y se espera que en el año 2017 las cifras se eleven en torno al 30%.
Paulatinamente, las aplicaciones aumentan su popularidad en el comercio electrónico móviles, siendo Estados Unidos, China y Corea, respectivamente, los países con más usuarios que compran productos a través de aplicaciones móviles (apps). Según los datos de la OBS, el empleo del showrooming va aumentando al ritmo que crece la base instalada de smartphones. A nivel global, en el último trimestre de 2012 casi un 40% de clientes realizó shorooming, y el 75% lo hizo para comparar los precios.
La expansión de los tablets y los teléfonos inteligentes impulsará, sin duda, el crecimiento del mobile commerce y todas sus gestiones relacionadas, sin distinción de edades, sexos ni de niveles sociales o económicos, puesto que, la amplia diversidad de ofertas de smartphones y la disminución de los precios, han posibilitado el acceso de las clases medias-bajas en todo el mundo.
Comercio electrónico móviles en los pequeños y medianos comercios
El avance del mobile commerce es irremediable. La adquisición de Nokia por parte de la compañía Microsoft es muy reveladora acerca del cambio que se está produciendo en el uso del ordenador personal al móvil. El enorme progreso de los smartphones conlleva un incremento del consumo de contenido virtual y una mayor inclinación a la compra por impulsos y estímulos.
El problema en el comercio pequeño o minorista recae en que, en un alto porcentaje, aún no está preparado para el m-commerce, según las investigaciones efectuadas por la IAB en junio del 2013. La falta de búsquedas posicionadas y optimizadas para los terminales móviles, la ausencia de optimización en los sitios web y los escasos procedimientos de pago por móvil son algunas de las lagunas que tienen que cubrir progresivamente este tipo de negocios.
Actualmente, sin embargo, los patrones de compra vinculados al m-commerce están afianzándose y está habiendo un avance considerable de estas últimas tendencias y posibilidades de negocio. Para tal propósito, se debe brindar contenido de calidad, atender la demanda de los usuarios y aportar valor al producto.
Para concluir, señalamos, resumidamente, algunas de las últimas tendencias de los consumidores, ante la variedad de fórmulas de compra existentes en nuestros días: el ROPO (buscaron online compraron offline) o el ROPO invertido (buscaron offline compraron online), también llamado showrooming, como citábamos anteriormente.
Con ROPO, nos referimos a ese tipo de consumidores, cada vez más mayor, que se informan en las redes sociales, webs, foros… acerca del producto que desean adquirir y, posteriormente, lo adquieren en una tienda física. El ROPO invertido, es la tendencia contraria; los clientes observan el artículo en la tienda y, a continuación, buscan las mejores ofertas en la red y lo adquieren.
Sea como fuere, si tienes un comercio o negocio, más vale que vayas pensando en adaptarlo tecnológicamente a las nuevas necesidades de tus clientes.