El arte de contar una historia se conoce como storytelling, un término bastante extendido con el que nos encontramos muy familiarizados. En esta narrativa va implícita la forma en la que se cuenta la historia, permitiéndonos ir a través de las emociones de los clientes y, de este modo, conseguir que la marca quede ligada más fácilmente a los valores que se quieren transmitir.
Y, aunque es un término interesante, ahora mismo no vamos a hablar de esta técnica comunicativa. Iremos un paso más allá y hablaremos de una tendencia en el sector del marketing y que muy poca gente utiliza para crear su estrategia de marca: el storydoing, la evolución del storytelling.
¿Qué es el storydoing?
Si en el storytelling queríamos hacer que nuestros clientes conectasen con los valores de nuestra marca, en el storydoing vamos un poco más allá. En este punto, es necesario hacer tangibles esos valores a través de las experiencias, para mostrar que la marca está comprometida con los principios que predica. Es decir, no basta con que la marca hable, ahora también debe actuar.
Hoy en día es muy importante conseguir tener presencia en internet, pero para ello hay que tener claros los valores de la marca y a qué público objetivo se quiere llegar. Estos últimos son los encargados de hablar de nosotros y los que ayudarán a generar engagement, por lo que es imprescindible tener una imagen acorde a lo que buscan. Por tanto, hay que crear estrategias útiles para nuestros clientes, donde estos se sientan partícipes e integrados. Así, compartirán un mensaje valioso sobre la marca.
Es en este instante donde pasamos de contar algo, como ocurre con el storytelling, a vivirlo. Ahora, las historias se crean en el mundo real y son tangibles.
Beneficios del storydoing para tu marca
Para que esta estrategia sea efectiva, es imprescindible preguntarnos qué es lo que se quiere conseguir con ella. Además, hay que tener claras las sensaciones que queremos causar en el público para que, de esta manera, sean impactados de forma positiva.
Como comentábamos, el storydoing tiene grandes ventajas, y con él, podemos:
- Generar mayor engagement con nuestros clientes.
- Implicar y hacer sentir a los clientes parte de una comunidad.
- Crear mayor impacto y reputación en redes sociales.
- Aumentar el feedback con los seguidores.
- Conseguir una diferenciación notable frente a la competencia.
Eso sí, el storydoing implica ser creativos y poner emoción en las cosas que hacemos. Para ello, se debe conocer muy bien los valores de la empresa, qué y cómo lo ofrece, qué representa y qué es lo que quiere llegar a representar. Sí, son muchas las cosas que hay que tener en cuenta, pero con ello conseguiremos posicionarnos por encima de nuestros competidores, tanto en redes sociales como fuera de ellas. ¡Así que no está nada mal!
No es ningún secreto que las marcas buscan la confianza y la aceptación de sus clientes. Las experiencias tangibles o reales son sencillas de expresar, y consiguen elevadas ratios de engagement. Además, el storydoing consigue involucrar a los usuarios que acaban de conocerla. Esta implicación de los clientes se materializa en un mejor posicionamiento en redes y mayores beneficios para la marca, ya que las vivencias se comparten de una forma más rápida.
Eso sí, aunque sonemos repetitivos en este aspecto, hay que tener siempre presente una cosa: debemos ser lo más transparentes y claros posibles, solo así ganaremos su confianza.
Las principales diferencias entre el storytelling y el storydoing
Al principio de este artículo, comentábamos que no íbamos a hablar en profundidad sobre el storytelling, pero lo cierto es que, para conocer más sobre el storydoing hay que saber en qué se diferencian estos dos conceptos. Así que, a modo de resumen, estas dos técnicas de marketing difieren en que:
- El storytelling se centra en contar historias, mientras que, con el storydoing, las historias se convierten en experiencias para el cliente.
- El storytelling nos permite tener cierta notoriedad en el mercado, pero el storydoing tiene una meta concreta, un propósito con la marca y su público objetivo.
- En el storytelling, la marca es el único protagonista, a diferencia del storydoing, donde el principal protagonista es el usuario.
Con esto, seguro que hemos aclarado muchas dudas sobre este concepto tan innovador, ¿verdad? Y, ahora que sabes más sobre él, ¿te animas a incorporarlo a tu estrategia de marca? ¡Nos encantará ayudarte con eso!